Visitar el Parque Provincial Ischigualasto es entrar al pasado del planeta, a través del período Triásico. Te dejamos 10 consejos para disfrutar de este extraordinario lugar, ubicado a unos 300 kilómetros de la capital sanjuanina.
El Parque Provincial Ischigualasto, conocido popularmente como Valle de la Luna, es uno de los nueve Patrimonios Naturales de la Humanidad que ostenta la Argentina a lo largo de su territorio.
Este fascinante desierto, situado en el extremo norte de la provincia de San Juan, posee suelos de la más variada gama de colores y está poblado de extrañas formaciones rocosas conocidas como “geoformas”, que son el producto de millones de años de erosión.
Es considerado como un regalo por los paleontólogos y geólogos del mundo entero, ya que allí se encontraron restos fósiles de importantes especies como el Herrerasaurus y el Eoraptor. Y para toda la humanidad, representa el privilegio de conocer la historia del planeta.
¿Quieres visitar el Valle de la Luna? Ten en cuenta estos consejos:
1. Plan. Hay que ir dispuestos en plan aventura, con ganas de hacer trekking y largas caminatas. Con dos días se puede tener un panorama de la región, y es ideal tanto para ir en familia, con amigos o en pareja. En cuanto al alojamiento, lo más conveniente suele ser alojarse en San Agustín del Valle Fértil, el pueblo más cercano. Otras opciones son Villa Unión y Chilecito.
2. Clima. Si bien las visitas se realizan durante todo el año, es importante saber que en temporada estival las temperaturas son muy altas, por lo que conviene visitarlo bien temprano en la mañana. Al estar ubicado en una región árida, casi desértica, las temperaturas son muy extremas (de -9°C en invierno a 50°C en verano). También se agrega que la radiación solar es intensa y las precipitaciones, si bien son escasas en verano, pueden llegar a ser torrenciales. Con respecto a la vestimenta, es necesario llevar ropa liviana, algún abrigo para la noche, anteojos de sol, protector solar y abundante agua para hidratarse. Igualmente, dentro del parque funciona una cafetería.
3. Por qué ir. Se recomienda visitarlo porque es uno de los paisajes más raros del mundo, que dejó el período Triásico de la Era Mesozoica. Se trata del único sitio a nivel internacional en el que se observa una secuencia completa de sedimentos que permiten reconstruir este período ocurrido hace más de 250 millones de años. Además del atractivo de las figuras, se suma su flora y fauna autóctonas.
4. Circuito. El Valle de la Luna son 60 mil hectáreas protegidas, de gran valor paleontológico y geológico, donde la naturaleza dejó sus huellas, por lo que el parque tiene un control muy estricto del recorrido. El ingreso es por vía terrestre y hay dos opciones para conocerlo. Se puede realizar en vehículo propio o en ómnibus o combis, que se contratan junto con un guía especializado. Generalmente, los circuitos duran alrededor de tres o cuatro horas, haciendo paradas intermedias en las caminatas. También hay senderos para bicicletas y otras travesías que comienzan al amanecer o al atardecer los días de luna llena.
5. Imperdibles para ver. El Hongo, la Cancha de Bochas, el Gusano, el Submarino y la Esfinge son algunas de las extravagantes formaciones que se puede jugar a descubrir.
6. Museo. Al ingresar al parque, nos encontramos con el Centro de Interpretación del Museo de Ciencias Naturales, de la Universidad de San Juan. Merece la pena visitar este pequeño y ameno museo, debido a que en su interior se exhiben hallazgos únicos de restos fósiles surgidos de las entrañas de la tierra sanjuanina. Se recomienda realizar la visita guiada, para poder comprender mejor el valor paleontológico del Valle de la Luna. Aquí se podrá adquirir información relevante sobre el área protegida y la evolución y la vida de los dinosaurios del lugar.
7. Curiosidad. Fue bautizado como Valle de la Luna por uno de los dueños de la Estancia Ischigualasto, Victorio de Jesús Herrera, que al ver la superficie y las formaciones rocosas, lo encontró parecido con la superficie lunar. Actualmente el Parque Ischigualasto es popularmente conocido con este nombre.
8. Una noche en el Triásico. Para los que van a realizar las excursiones a la tarde/noche, el lugar más interesante para esperar la salida de la luna es el Submarino. Durante el ocaso, la muralla de los Colorados se va encendiendo de rojo, mientras que comienza a asomarse la luna, elevándose entre las dos torres del Submarino. Otro de los lugares imperdibles es el Campo de Bochas, que de noche da la sensación aún más de un campo lunar. Es ideal hacerlo en las noches de luna llena, cuando es tal la luminosidad que no hace falta usar linterna.
9. Visita al Parque Talampaya. El Parque Nacional Ischigualasto se encuentra en el límite con la provincia de La Rioja, por lo que muchas veces se combina su visita con la del Parque Talampaya. También las agencias de turismo suelen ofrecer visitar en un mismo día ambos parques. Sin embargo, no se recomienda hacerlo en el mismo día y lo ideal es conocer los dos parques por separado.
10. Otros lugares para visitar. El Parque Ischigualasto es la estrella de San Juan, el lugar más popular y visitado. Pero muchos otros lugares cercanos también justifican una visita, como el particular misticismo del santuario de la Difunta Correa.
También, el raro paisaje «nuevo» (fue originado hace 15 años) del Dique Cuesta del Viento. Debido a la construcción del dique, se formó uno de los paisajes más sorprendentes de la Argentina: un valle que combina la aridez del Valle de la Luna, bañado por aguas transparentes. Dentro del lago, rodeado por montañas de más de 5000 metros, sobresalen peñones que parecen una fortaleza sumergida a medias.
Aquí se puede realizar windsurf, rafting, paseos en 4×4, trekking y pesca. Y en el Valle de Calingasta, se puede visitar el Parque Nacional El Leoncito, que cuenta con un complejo astronómico con dos observatorios ubicados estratégicamente a 2552 metros sobre el nivel del mar.
¿Tienes pensado visitar el Valle de la Luna? ¡Esperamos te sirvan nuestros consejos!